10 tips para traer bienestar en tiempos de ansiedad

El 2020 ha sido un año que marcará la historia del mundo. Sí, son tiempos de ansiedad y de incertidumbre (aunque la incertidumbre es una constante de la vida, queramos aceptarlo o no). Pero también son tiempos en que muchas personas, sea por necesidad o por tener más tiempo en sus manos, han comenzado a pensar más detenidamente sobre su bienestar y sobre los cambios que pueden hacer en su vida para atraerlo.

Estas son 10 maneras en que puedes incorporar bienestar en tu día. No se trata de una lista de cosas que debes hacer, más bien son opciones de cosas que puedes ensayar y ver qué funciona para ti.

1- Empieza el día meditando

Más que poner la mente en blanco, la meditación se trata de estar en silencio y observar tus pensamientos. Cada mañana tienes la oportunidad de cambiar tu frecuencia energética- recuerda que somos 99,999% energía- así que cada día tienes una nueva oportunidad para decidir con qué quieres sintonizar. Dedica mínimo 15 minutos al día a esta práctica, idealmente a primera hora en la mañana porque nuestras creencias limitantes se apagan en la noche y es más fácil entrar en una frecuencia meditativa apenas nos despertamos.

2- Ponle una intención a tu día

Haz esto tan pronto termines de meditar. Puede ser algo concreto o algo más general. Un ejemplo: “Hoy voy a sonreír sin importar lo que pase”. Felicítate al final del día, lo hayas logrado o no. Solo con el hecho de observarte e intentarlo ya estás haciendo algo importante por ti mismo.

3- Entiende que la felicidad es aquí y ahora

La felicidad no puede estar atada a tus metas: “voy a ser feliz cuando logre x, y, o z”. La felicidad es aquí y ahora y hay que tener disciplina para vivir en dicha y armonía. La felicidad no es solo estar muerto de la risa. Identifica y reconoce los muchos momentos del día en que te sientes bien e intenta prolongar ese sentimiento. Recuérdate que todo es cuestión de perspectiva.

4- Sé consciente del parloteo de tu mente

En promedio, una persona tiene entre 12.000 y 60.000 pensamientos al día. Entiende que tú NO ERES tus pensamientos. Mejor, identifícate con el observador, que es quien está detrás del pensamiento, pero no es el pensamiento en sí. De esa manera le quitas a los pensamientos el poder que tienen sobren ti y tu estado de ánimo.

5- Haz ejercicio

Haz ejercicio todos los días, pues al hacerlo liberas endorfinas, lo cual te produce sensación de bienestar. Además, si lo haces en las mañanas en ayuno, te ayuda a quemar una mayor cantidad de grasa y toxinas debido a que tu organismo recurre a la reserva energética que tiene guardada en forma de grasa (y las toxinas están adheridas a la grasa). En particular recomiendo el yoga porque trabaja y flexibiliza tanto el cuerpo como la mente. Idealmente, combínalo con ejercicio funcional o cardiovascular.

6- Lleva una alimentación consciente

Esto no quiere decir necesariamente que hay que volverse vegetariano, vegano o alguna otra cosa concreta. Se trata más bien de identificar las cosas que no te sientan bien a ti para eliminarlas. En tiempos de incertidumbre, también es aconsejable no consumir alimentos inflamatorios (como gluten, azúcar y lácteos) porque además de inflamar el sistema digestivo, inflaman el sistema nervioso central (lo cual puede generar mayor ansiedad).

7- Dedica mínimo 20 minutos al día a aprender algo nuevo

Desde leer un libro hasta oír un podcast, tómate unos minutos para aprender algo nuevo y crear nuevas conexiones cerebrales que ayuden a mantener tu cerebro en forma.

8- Conéctate con la naturaleza

Recárgate energéticamente de la naturaleza. Si estás en cuarentena o no puedes salir por alguna razón, aunque sea asómate a la ventana para que te llegue el sol. En la naturaleza, es más fácil reconocerse como parte de algo más grande que tu cuerpo y tu ser.

9- Date un espacio para desarrollar tu creatividad

Pinta, baila, escribe… Al final, todos tenemos un lado creativo y frecuentemente es ahí donde encontramos las soluciones a nuestros problemas.

10- Vive tu vida en agradecimiento

A veces las cosas que pensamos que eran malas nos trajeron algo bueno. Tómate el tiempo de notar las cosas buenas en tu vida y agradece por ellas, por grandes o chiquitas que sean. Un buen ejercicio es escribir en un papel todas las noches algo concreto de ese día por lo que estés agradecido. Ve metiendo todos los papeles en un tarro, que puedes elegir leer al final del año.