Logo Colores-02.png

Ideas que invaden.

 En Obsesivo - Compulsivo hablamos de las ideas que nos obsesionan y le pedimos lo mismo a personas creativas con opiniones que respetamos y gustos que admiramos. Este es un lugar de encuentro para personas curiosas, un espacio para inspirar, motivar, informar y entretener desde una perspectiva latinoamericana. ¡Bienvenidos!

¿De dónde viene tu comida?

¿De dónde viene tu comida?

¿De dónde viene tu comida? Más allá del nombre del supermercado donde la compramos, muchos no sabemos cómo contestar. Eso es algo que está intentando cambiar la filosofía de consumo local, que busca conectar más directamente a productores con consumidores. Pero, ¿cuáles son los beneficios de esto? Para los productores, es la posibilidad de recibir un pago más justo ya que se reducen la cantidad de intermediarios (y por ende, las posibilidades de explotación en algún punto de la cadena). Para los consumidores, es la manera de saber cómo es cultivado o criado lo que comen y qué contiene. Para las economías locales, es la oportunidad de ser más autosuficientes y de crear trabajos locales. Y para el medio ambiente, implica menos emisiones de gases de efecto invernadero ya que no es necesario transportar la comida durante largos trayectos.

Foto: @muchocol

Foto: @muchocol


Estas son las razones que llevaron a Carmen Posada y a su socios Juliana Zárate y Alejandro Osses a crear Mucho, originalmente una plataforma de consumo consciente que buscaba justamente conectar el campo con la ciudad. Hoy, debido a la pandemia y a los problemas estructurales que vienen con implementar un modelo como este en un país en desarrollo como Colombia, esta iniciativa ha evolucionado a ser mucho más que eso y ha incluir un componente social directo.

Aquí, Carmen nos cuenta lo que ha descubierto sobre la manera como llegan los alimentos a nuestra mesa, la diversidad gastronómica del país y sobre el efecto que la pandemia ha tenido en todo esto.

¿Cuál era la idea inicial de Mucho y por qué ha evolucionado?

En principio, nosotros comprábamos productos directamente de los productores y los revendíamos en nuestra plataforma. De esa manera el consumidor podía comprar productos de la mejor calidad de diferentes regiones de Colombia y beneficiar directamente a la persona (generalmente un campesino) que lo producía. Pero al poco tiempo nos dimos cuenta que nos íbamos a tener que involucrar mucho más porque muchos productores no estaban organizados, incluso para recibir un pago. Muchos no tenían ni una cuenta de banco. Entonces nos tocó dar un paso atrás y trabajar de la mano de ellos para, de cierta manera, ayudarlos ‘a avanzar’. Esto, junto con las circunstancias actuales, nos hizo revaluar nuestro modelo y convertirlo hace poco en una membresía mensual. Ahora, pagas la membresía y esto te permite comprar una variedad de productos al costo (lo que cuesta pagarle al productor más el transporte y empaque).

Además de acortar la cadena de abastecimiento, ¿qué beneficio tiene comprar por medio de una plataforma como Mucho?

Foto: @muchocol

Foto: @muchocol

Lo más importante es que al campesino se le paga de manera justa. Para el consumidor, los beneficios son varios. Primero, todos nuestros productos son agroecológicos (orgánicos pero sin certificación), lo cual quiere decir que es orgánico pero no tienen certificación, o están en transición para volverse agroecológicos. En Colombia, es muy costoso certificar orgánico entonces nosotros nos encargamos de verificar el proceso por medio del cual el productor cultiva, cría o pesca. Segundo, los consumidores tienen la posibilidad de conocer las historias de quienes proveen la comida que ellos comen. Tercero, les permitimos conocer productos biodiversos y exóticos de zonas recónditas del país que nunca llegan al Carulla de la esquina, como nuestras pulpas de frutas amazónicas o la Katara, una salsa hecha de fermento de yuca brava por indígenas en Guainía.

¿Qué efecto tuvo la pandemia en este modelo y cómo surgió la idea de los mercados solidarios?

La verdad nos ha ido bien en estos meses porque todo el mundo entró en modo ‘ahora me tocó cocinar’. Pero más allá de eso, la pandemia nos empujó a sacar adelante una idea que teníamos entre ojos desde antes y es el concepto de los mercados solidarios. En Colombia de desperdician anualmente 10 millones de toneladas de comida, algo que debería horrorizarnos a todos en un país en que tantos se mueren de hambre (aunque aclaro que esto es un fenómeno que se va en todo el mundo). Con esto en mente y a raíz de la pandemia, creamos un fondo en donde la gente podía donar y de ahí sale el dinero para comprar productos de la mejor de calidad de cosechas que estaban en riesgo de perderse. Por ejemplo, tenemos un productor de tomates de Villa de Leyva que usualmente le vendía su producto a Andrés Carne de Rés. Entonces, en lugar de dejar que este productor perdiera su cosecha y se desperdiciara, con la plata del fondo le compramos sus tomates y van para mercados solidarios para personas vulnerables que repartimos en Bogotá, Medellín y Cartagena con la ayuda de diferentes organizaciones. Hasta comienzos de agosto, habíamos entregado 2.700 mercados solidarios en esas tres ciudades, así como 1.500 comidas preparadas para la población indigente. Aunque esta iniciativa surgió con la pandemia, la idea es seguirla permanentemente, porque como sabemos, en Colombia no hay falta de personas con hambre.

Foto: @muchocol

Foto: @muchocol

¿Qué han aprendido ustedes en todo este proceso que a la gente le sorprendería saber?

Foto: @muchocol

Foto: @muchocol

Creo que mucha gente no tiene idea de la biodiversidad gastronómica de Colombia, tanto de los productos como de los platos. Por ejemplo, en la orinoquía colombia se produce la miel melipona, que es hecha por abejas nativas, no africanizadas, como la mayoría de miel. En el Putumayo, crece el macambo, un primo del cacao que es como una nuez y es un ‘superfood’.

Más allá de eso, creo que mucha gente no solo no sabe de dónde viene su comida, si no que tampoco entiende lo que implica llevar los productos a su mesa. En Colombia, la falta de infraestructura complica cada aspecto del proceso, y hace que el transporte sea muy costoso y encarezca mucho los productos.

Para finalizar, ha sido sorprendente ver que para las entidades públicas sigue siendo muy difícil ser efectivos a la hora de ayudar a los campesinos. Es común que para entregarles algún tipo de ayuda, les pidan todo tipo de papeles y tramites que para muchos es casi imposible de conseguir.

Foto: @muchocol

Foto: @muchocol

——-

La lista de productos de Mucho es actualizada cada semana. Para saber más sobre su programa de membresías y los productos que ofrecen, entra a Comemucho.com.

El 'snack' perfecto: Chips de Kale

El 'snack' perfecto: Chips de Kale

0