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Ideas que invaden.

 En Obsesivo - Compulsivo hablamos de las ideas que nos obsesionan y le pedimos lo mismo a personas creativas con opiniones que respetamos y gustos que admiramos. Este es un lugar de encuentro para personas curiosas, un espacio para inspirar, motivar, informar y entretener desde una perspectiva latinoamericana. ¡Bienvenidos!

El Tiempo Que Fue: Parte I

El Tiempo Que Fue: Parte I

Por: Marcela Ortiz

Sin ánimo de antojar durante este confinamiento, se vale planear, se vale soñar. 

GUÍA PRÁCTICA DE LA HABANA - CUBA

A mí también me pasó. Aterricé en La Habana y sentí que estaba en el pasado, congelado. Eso de “viajar a Cuba es viajar en el tiempo” se sintió tan real que por un momento pensé que esa expresión era de mi autoría. Al recorrer la ciudad y conocer a su gente, sentí felicidad y tristeza al mismo tiempo, sentí fascinación y confusión, pero por encima de todo una nostalgia inexplicable que fue creciendo hasta el día que me fui, hasta hoy, porque la extraño. Más allá de lo que suena como un viaje al interior, Cuba y su pasado reflejan una compleja realidad de superación y lucha entre sus habitantes. Su gente va diciendo lo que piensa, no se siente más ni menos que nadie y vive con gran dignidad y orgullo. Habiendo dicho esto, en mi experiencia, Cuba es y será un lugar que recomendaré y compartiré hasta el día en que no la pueda recordar (en contra de mi voluntad, como esos amores de verano). 

Yo no la busqué, ella me encontró a mí. Cuatro viajes y más de un mes allá. Me contrataron para un proyecto en donde era la encargada de las actividades culturales para los invitados. Tras bambalinas, viví a través de sus experiencias, como un niño mirando helados a través de una vitrina. 

De lo que viví, esto me llevé:

  • En Cuba hay dos tipos de moneda, CUC y CUP. CUC es la moneda que tiene acceso al extranjero y CUP es la moneda de los locales (vale aprox. 25 veces menos). 

  • Es preferible cambiar Euros por la moneda local: CUC (el dólar está devaluado allá). 

  • Tener direcciones e indicaciones a la mano ya que internet es complicado y costoso (descargar maps.me - mapas sin conexión - antes del viaje es una gran opción). En algunos hoteles (generalmente de lujo), es posible comprar una tarjeta de internet con código y clave, aunque no funciona en todas partes. Mejor dicho, desconectarse un poco no hace mal. 

  • Así como muchos son opositores del régimen, otros lo apoyan, así que antes de opinar, hay que preguntar. El conocimiento de la gente es sorprendente – y con gusto lo expresan. Además, la gran mayoría tienen títulos profesionales - no ejercidos. 

  • Las señoras con trajes típicos cobran por tomarles fotos, así sean fotos casuales, así que hay que tener los CUC listos – (en especial la señora que canta “maní, maní” en la Habana Vieja, con una voz digna de Celia). 

Maní maní

Maní maní

  • Además de bien visto, es necesario dar propina. Muchos viven de ingresos informales (teniendo en cuenta el sueldo promedio de 25 dólares al mes). Este es un tema que se maneja sin tapujos y las personas son bastante directas con el tema – sin pena ni gloria. 

  • Trotar en el Malecón al amanecer es increíble, pero para las mujeres es preferible ir acompañada. El Malecón es el sitio de rumba para los locales y algunos amanecen ahí. Muchos están tomados, así que hablarle a una mujer (y perseguirla) es algo que experimentamos durante nuestra estadía en más de una ocasión (sin ánimo de escandalizar).

  • En mi opinión, no vale la pena quedarse en un hotel grande (no son baratos). La mejor opción es quedarse en un hotel boutique, o aún mejor, en una Casa Particular (estas son las casas de locales que ofrecen habitaciones a turistas), ya que los cubanos son muy hospitalarios y es la mejor manera de conocer su historia y su estilo de vida.

  • No comprar cigarros en la calle (a no ser que tengan la predilección de fumar hojas de banano, quién quita que sean mejor para la salud), la mayoría son piratas.

  • El ron y los cigarros tienen el mismo valor en todas partes, así que es mejor no perder tiempo buscando la ganga (como es un monopolio, no hay competencia). Lo mejor es comprarlos en el aeropuerto al momento de regresar. 

  • Cargar agua y un snack para salir es importante ya que encontrar tiendas en la calle no es tan fácil. 

  • Se debe llevar lo necesario para la salud e higiene personal - es un reto conseguir lo de costumbre. 

  • Contratar a un guía. En su mayoría son personas amable y conocedores de su historia. Ellos ofrecen un insight que carece en Lonely Planet. 

  • Es común oír a grupos de hombres gritando en la calle, así que no hay por qué afanarse – probablemente están hablando del partido de béisbol del domingo pasado.

  • Los Cubanos son extremadamente espontáneos y expresivos. No son tan protocolarios como en otros países, por lo tanto su trato es como el de un amigo cercano que va diciendo lo que le parece. No hay que tomarse las cosas de manera personal.

Y bien, esto es el pequeño abrebocas de una sociedad llena de vida y anécdotas. Aunque esto sólo raspa la punta del iceberg sobre una perspectiva ajena que enfrenta tremenda cultura, es el fiel relato de una espectadora que contó con el lujo de presenciar. El lujo de adentrarse entre los pasadizos hechizantes, grises como coloridos de lo que el tiempo dejó.

Cuba, to be continued…

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